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¿¿Qué es el amor??

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¿¿Qué es el amor?? Empty ¿¿Qué es el amor??

Mensaje por angelescool Mar Feb 22, 2011 3:01 am

¿Qué es el amor? muchas personas tal vez dirán que es un sentimiento por otra persona, que te hace querer protegerlo y cuidar que nada le pase, pero… ¿qué pasaría si toda tu vida has estado solo, sin ser querido por nadie y ese sentimiento al que todos llaman amor es solo una palabra sin importancia? ¿Y si un día llegara alguien que te hiciera cambiar de opinión, lo dejarías entrar en tu corazón o solo lo rechazarías?

Gaara, un chico frío, con un corazón que nadie comprende, ¿qué pasará cuando aparezca una persona confesándole su amor y que no parará hasta que ese frío y serio corazón sea suyo? Tanto en cuerpo como en alma. ¿?


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¿¿Qué es el amor?? Empty Capítulo Unico.

Mensaje por angelescool Mar Feb 22, 2011 3:06 am

-“Ding-dong…”- sonaba el timbre. –“Ding-Dong”- volvió a sonar el timbre.
-Gaara ¿podrías abrir por favor?… no te cuesta nada…- se escuchaba la voz de una mujer desde la cocina.
-“Ding-Dong…”- volvió a sonar el timbre.
-¡Gaara!- grito la muchacha
-Si… si… ya voy…- decía el pelirrojo mientras se paraba del sillón, para dirigirse a abrir la puerta. -¿Que quiere?- preguntó con un tono molesto al abrir la puerta, viendo a dos personas de pelo negro, de piel blanca como la leche y unos ojos negros.
-Vinimos a buscar a Temari…- dijo uno de los morenos, con una sonrisa falsa en su cara. -¿Se encuentra en casa?- preguntó sin quitar esa sonrisa fingida de su rostro.
-……- se quedo pensativo
-Solo tienes que decir sí o no mocoso…- dijo el otro moreno un poco molesto al ver la cara del pelirrojo.
-¿A quién llamas mocoso?- dijo el pelirrojo con una venita en la frente.
-Pues a ti… ¿acaso vez a otro chicuelo por acá?- dijo con voz burlona.
-Bastardo…- dijo el pelirrojo mientras lanzaba chispas de sus ojos.
-Entonces…- dijo el otro pelinegro. -¿se encuentra tu hermana?- pregunto con su sonrisa fingida.
-Hump…- bufó el pelirrojo. -Si… si se encuentra… ya la llamo…- dijo sin mucho entusiasmo
-Vez… eso era todo lo que tenías que hacer…- dijo el moreno con tonos azulados en el pelo, mientras pellizcaba la mejilla del pelirrojo.
-////Idiota////- Golpeó la mano del moreno, haciendo que le soltara. –dooso- dijo con voz fría mientras se quitaba de la puerta. Ya dentro de la casa. –Temari, te buscan…-
-¿Quién?- preguntó la joven.
-Dos jóvenes. Solo que uno es mas antipático que el otro…- dijo burlonamente mientras veía al de reflejos azulinos.
-OK… Ya voy…- se escucho la voz de la joven.
-Tomen asiento…- les ofreció cortés el pelirrojo.
-Hai- dijo uno de los morenos. -por cierto no me he presentado… mi nombre es Uchiha, Sai Uchiha…- decía el moreno, su pelo era corto y su piel era más pálida que la del otro moreno.
-Y yo soy Sasuke Uchiha- dijo el otro joven, su pelo era más largo, con unos reflejos azulinos en el. -que no se te olvide- dijo con superioridad.
-Idiota…- dijo el pelirrojo mientras se tomaba asiento en uno de los sillones restantes.
-¿Y tú? ¿Cómo te llamas?- pregunto el moreno de pelo corto.
-Yo soy Sabaku no Gaara- dijo sin darle importancia.
-Es un gusto en conocerte Gaara-kun- dijo el de pelo corto.
-El gusto es mío- dijo cortésmente el pelirrojo.
-Ya estoy lista…- decía la pelirrubia entrando a la sala.
-Te vez muy bien Temari-chan-
-Gracias Sasuke-kun- dijo con una sonrisa la rubia.
-¿Nos vamos?- pregunto Sasuke, mientras se levantaba del sillón.
-Por mi está bien.- dijo la rubia. -nos vemos más tarde Gaara- decía mientras se dirigía a la puerta siendo seguida por uno de los morenos.
-Aja…- dijo el pelirrojo sin prestarle mucha atención.
-Oe, Sai… muévete… se nos va a hacer tarde- decía el azabache.
-Temari- le llamó. -¿tú hermano se va a quedar aquí solo?- pregunto Sai un poco intrigado
-Hai- dijo la rubia.
-¿Por qué no-
-Ya lárguense…- interrumpió el pelirrojo un poco molesto, dejando a los morenos un poco sorprendidos por la manera de hablar. -sus pláticas me aburren- dijo mientras se levantaba del sillón.
-Nos vemos luego Gaara- dijo la rubia como si nada mientras abría la puerta.
-Lo que tu digas…- le dijo para luego dirigirse a las escaleras.
-Gaara-kun…- le llamó Sai haciendo que este se detuviera. -fue un gusto conocerte- le dijo con una sonrisa sincera.
-Igualmente- dijo dando una pequeña reverencia, para luego continuar con su camino hacia su habitación.


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-Temari-chan, ¿tu hermano siempre se queda solo cuando tú y Kankuro salen?- pregunto el moreno de pelo corto, mientras se dirigían a un deportivo Shelby Mustang GT500.
-Uff…- suspiro la rubia. -hai… siempre es lo mismo, Gaara es un chico un poco solitario y no hay nada que Kankuro y yo podamos hacer para que cambie-
-¡Apúrense! Kankuro ya debe estarnos esperando…- decía el otro moreno desde el auto.
-Hai- decía la rubia mientras se montaba al auto. -Sai-kun… vamos- le decía.
-Aja…- decía mientras miraba la casa, en especial a un lugar de esta, era un pequeño balcón, desde el cual resaltaban los cabellos rojos del menor, el cual al notar que era observado entro a su habitación, desapareciendo de la vista del moreno.
-Sai, ¡muévete!-
-Si… si… ya voy Sasuke, no tienes por qué gritar- decía entrando al auto.


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-Hump… ese Sasuke Uchiha, ¿quien se cree que es?- bufó. -ni que fuera el rey del mundo para tener esa superioridad sobre las personas… es un patán.- dijo mientras sacaba un pequeño reproductor de música de una mesita que se encontraba al lado de su cama. –Tarado.- refunfuñó acostándose en su cama, colocándose los audífonos y poniendo el sonido a todo volumen, cerrando sus ojos y concentrándose en la música.

Unas 3 horas más tarde

-“Ding- Dong… Ding-Dong…”- sonaba el timbre.
-¡Dios!... ¿quién será?- se preguntaba con fastidio levantándose de su cama.
-“Ding-Dong…”-
-Es que siempre hay una molestia- se quejaba con una venita en la frente, mientras salía de su cuarto.
-“Ding-Dong”- seguía la insistencia.
-¡Ya voy!- gritó desde las escaleras.
-“Ding-Dong”-
-¿¡Quien coño será!?- se preguntaba más que cabreado acercándose a la puerta.
-“Ding-Dong…” - (A/C: diosssss…. Ese timbre me tiene estresada a mi también... ¬_¬*) –¡¡Que ya voy!!- dijo ya casi en la puerta. -¿Qué coño quieres?- dijo muy molesto con una venita en la frente, al abrir la puerta sin importarle de quien se tratase. -¿Qué haces acá?- pregunto un poco desconcertado al notar que en frente de él se encontraba uno de los morenos que había conocido temprano. -Mi hermana todavía no ha llegado, así que puedes irte por donde viniste…- dijo fríamente.
-Eso ya lo sé… ella se quedo con Sasuke y Kankuro en la fiesta- decía el moreno.
-¿Entonces por qué estás aquí?- pregunto un poco confundido.
-Vine a verte…. ¿Puedo pasar?-
-…- Mirándolo un poco sorprendido por la respuesta. –Ha-hai…- dijo quitándose de la puerta para que pasara.
-¿Y cómo estás?- pregunto el moreno, dirigiéndose a uno de los sillones.
-Bien…- dijo sin dejar de estar sorprendido, mientras se sentaba en el sillón al lado de donde se encontraba Sai.
-¿Y? ¿qué edad tienes?- pregunto interesado.
-¿Para qué quieres saberlo?- dijo volviendo a su semblante serio.
-No… solo simple curiosidad- dijo sin quitar la sonrisita de su cara. -¿y qué es lo que te gusta hacer?-
-¿Realmente te interesa? Pues yo creo que no…- dijo fríamente.
- Si pregunto es porque me interesa- dijo poniendo una expresión más seria haciendo que el pelirrojo quedara un poco desconcertado.
-Y de todas formas… ¿qué haces acá?-
-Ya te lo dije… vine a verte- dijo con un tono de voz dulce.
-¿Es solo eso?- pregunto cruzándose de brazos.
-Hai…- asintió con la cabeza.
-….- Parándose del sillón y dirigiéndose a la puerta. -Si es eso, ya lo hiciste, así que ya te puedes largar- dijo como si nada.
-¿Ya cenaste?- pregunto el moreno viendo la cara del pelirrojo, el cual se le quedo mirando por la pregunta. -entonces iré a preparar algo…- dijo parándose del sillón y dirigiéndose a la cocina (A/C: creo que olvide mencionar que esta historia comienza en horas de la tarde… perdón n_nU)
-Oe…matte…- decía el pelirrojo mientras seguía al moreno.
-¿Que quieres comer?- pregunto mientras veía que había en el refrigerador.
-Oe… no hagas las cosas como si estuvieras en tu casa- le reclamaba cruzándose de brazos.
-¿La sartén donde está?- preguntó el moreno, mientras revisaba las alacenas.
-¿Quien te dio permiso de que podías hacer eso?- decía el pelirrojo, pero no era escuchado.
-¡Acá está!- dijo mientras sacaba la sartén de un estante. -puedes pasarme-
-¡Oe!- dijo el pelirrojo agarrando las manos del moreno, para que se quedara quieto. -¿quién te dijo que-
-Eres tan lindo cuando te enojas- le interrumpió el moreno haciendo que el pelirrojo se callara.
-No digas estupideces- le soltó las manos al moreno, mientras sus mejillas se tornaban de un color carmín.
-¿Y qué vas a querer de comer?- volvió a preguntar, pero esta vez acercando su cara a la del pelirrojo.
-Haz lo que quieras… yo me voy- dijo un poco molesto, saliendo de la cocina para dirigirse a la sala, dejando al moreno con una sonrisa de satisfacción.

Después de un rato

-Gaara-kun, la comida está lista- le llamaba el moreno terminando de colocar los platos en la mesa. -Espero que te guste el sushi- le dijo viendo que el pelirrojo se acercaba.
-…- Luego de que se sentó en la mesa, miró al moreno, el cual se había sentado al frente de él, que al notarlo le dedico una sonrisa. -si no quieres sonreír no tienes porque hacerlo- le dijo para luego centrar la mirada en su plato. –Itadakimasu- dijo para luego empezar a comer. -////Esta bueno////- pensó al probar bocado de la comida, cambiando un poco su expresión seria.
-¿Que tal esta?- pregunto, al ver que la expresión del pelirrojo se había suavizado.
-….- se encogió de los hombros y siguió comiendo, sin levantar la mirada.
-…- El ambiente se había vuelto un poco tenso, hasta que. -22…- dijo el moreno.
-¿22 que?- preguntó, mientras lo miraba a la cara un poco desconcertado.
-Tengo 22 años y lo que más me gusta es dibujar- le dijo con la misma sonrisa fingida.
-Uff…- suspiró resignado. -18 y me gusta la música- le dijo para luego meterse otro bocado de comida a la boca.
-¿Sabes algo?- le dijo mientras se paraba de la mesa y se posaba detrás del pelirrojo, al cual le había parecido un poco extraño esa acción. -Me gustas- dijo abrazándolo por el cuello.
-…- Con sus mejillas rojas, mientras trataba de zafarse del moreno. -¿Qué coño crees que estas.- no pudo terminar de hablar, ya que el moreno había cazado sus labios comenzando un tierno beso. -¿¡Que rayos piensas que haces!?- preguntó molesto zafándose del abrazo y del beso del moreno, con un color carmesí en sus mejillas.
-Ya te lo dije me gustas… por eso lo hice…- dijo para luego volver a su asiento.
-Si, como no- bufaba el pelirrojo. -si apenas me conociste hoy- dijo sarcásticamente.
-¿Es que acaso no crees en el amor a primera vista?- preguntó divertido.
-¿Amor?- bajó la mirada. -¿y que se supone que es eso?- dijo con voz baja.
-¿¡No me digas que un chico de tu edad no sabe lo que significa!?- pregunto sarcásticamente.
-….- Apretando fuerte mente sus manos. -¿amor? Si, como no, esas solo son tonterías que dicen la gente, hump… me compadezco de la gente que dice sentir amor- dijo dejando atónito al moreno por tales palabras.
-Tadaima… Gaara ya llegamos- se escuchaban unas voces desde la entrada.
-Con permiso- decía levantándose de la mesa, pero sin levantar la mirada. -me retiro- dijo para luego salir rumbo a su habitación.

-Hola Gaara, ¿ya comiste?- preguntó el castaño al verlo pasar por el frente.
-Hai- dijo sin mirarlo, mientras empezaba a subir la escaleras.
-¿Y a este niño que se supone que le pasa ahora?- pregunto la rubia un poco desconcertada.
-Okkairi- decía el moreno acercándose a ellos.
-¿Sai?- dijo un poco extrañado el castaño. -¿qué haces acá?-
-Solo pasé un rato a saludar a Gaara- decía mientras miraba las escaleras.
-¿Y qué fue lo que pasó?- preguntó la rubia mientras se acercaba al pelinegro.
-Bueno, estábamos comiendo y le dije que me gustaba, que fue amor a primera vista, y pues, el dijo que el amor era una estupidez y después llegaron ustedes- dijo como si no fuera nada descolocando un poco a los otros dos.
-…- Con una gota en la cabeza. -así que eso fue lo que paso ¿eh?…hump… lo mejor será dejarlo solo hasta que se le pase- decía la rubia.
-¿Y qué tiene de malo lo que dije?- preguntó ignorante levantando una ceja.
-La historia es un poco larga, pero para resumírtela…- hizo una pausa. -Gaara es un chico que a pesar de tenernos a nosotros siempre ha estado solo… eso fue por un error que cometió nuestro padre, debido a eso, el siempre ha sido rechazado por todos.- le explicaba el castaño.
-Por eso el dice eso del amor, ya que para él el amor no existe, tanto así que ha creado una barrera, donde nada puede entrar- decía tristemente la rubia.
-Entonces, ¿con lo que yo dije…- se quedó callado.
-…- asintieron ambos chicos. –pero no te preocupes Sai, tu no sabías nada- le dijo la rubia para calmarlo.
-Tengo que ir a hablar con él- decía el moreno, mientras se dirigía a la escalera, pero fue detenido por el brazo.
-No creo que eso sea conveniente- le decía el castaño. -lo mejor será dejar que se calme un poco.-
-Creo que será mejor que te vayas Sai- dijo la rubia.
-Pero…- trato de alegar el moreno.
-No te preocupes cualquier cosa yo te aviso- le dijo la rubia.
-…Lo mejor será que vayas a ver cómo está Gaara…- le dijo el castaño luego que Sai se fue.
-Hai- ya en el cuarto de Gaara. –Gaara, voy a entrar… ¿Como estas?- preguntó al verlo acostado en la cama con los audífonos puestos.
-….- Quitándose un audífono. -Bien, ¿por?- dijo fríamente.
-Bueno yo lo decía por lo que pasó hace un rato con Sai…- le dijo nerviosamente la rubia.
-….- Encogiéndose de hombros. -Bien, por qué no habría de estarlo, si lo que pasó solo son puras tonterías… y si me disculpas, tengo sueño, así que por favor retírate- le dijo de manera fría colocándose de medio lado, dándole la espalda a esta.
-…hass.- Respiró hondo. -que pases buenas noches- dijo apagando las luces, para luego salir de la habitación.


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-Lo mismo que la otra vez…- dijo en un suspiro, mientras se sentaba en el sillón. -Siempre hace como si no pasara nada… y eso es lo que más me preocupa…-


Unas semanas después.


-“Toc… toc”… Gaara, voy a entrar…- decía abriendo la puerta. -Gaara… si estas sin camisa en el balcón te vas a resfriar- le regañaba entrando a la habitación y yéndose a sentar a la cama.
-…- Dándose la vuelta para ver a la rubia con una cara de “¿A quién le importa?”.
-Hai… hai…- dijo mientras se levantaba de la cama y se dirigía a un lado del pelirrojo. -lo que yo quería decirte es que me voy unos días a la casa de campo con Hinata, y que como ya sabes Kankuro tiene que irse de viaje por asuntos de la compañía así que te vas a quedar solo unos días…- le explicaba mientras se recostaba en el barandal del balcón.
-…- Afincándose en el barandal, fijando la vista en el cielo.
-¿Vas a estar bien solo durante estos días?- le pregunto la rubia viendo al pelirrojo a la cara.
-…- Encogiéndose de hombros. -que tanto son unos días, si siempre he estado solo… no va a haber mucha diferencia de lo normal…- dijo fríamente
-…- bajó la mirada, ya que le había dolido un poco esas palabras que dijo su hermano. -Hai… bueno, ya me voy, te quiero- le dijo abrazándole, y este ni siquiera se inmuto ni un poco. -Nos vemos luego- dijo mientras soltaba al pelirrojo y se dirigía a la puerta. –Chao- dijo para luego salir de la habitación.
-…- Fijando su vista en el coche que estaba llegando a la entrada de la casa. -////¿Quién será ese?////- se preguntaba mirando la laminosa.


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-“Ding-Dong”- sonó el timbre
-Voy…- decía la rubia mientras abría la puerta. -Ohayo Sai-kun- le dijo con una sonrisa al abrir la puerta. -¿Como estas? Pasa, siéntate.- le decía cortés mientras se quitaba de la puerta.
-Ohayo Temari-chan… Arigatou- dijo el moreno al entrar a la casa.
-¿Quieres algo de tomar?- pregunto la rubia.
-Un jugo está bien- dijo con su típica sonrisa fría.
-Tú nunca vas a cambiar esa sonrisa- dijo con cierto aire de sarcasmo mientras se dirigía a la cocina.
-Me conoces muy bien- dijo divertido.
-Toma- le pasó el vaso con jugo.
-Arigatou- dijo al tomar el vaso.
-…- Sentándose en el sillón de enfrente a donde se encontraba el moreno. -Has estado viniendo todos los días desde hace varias semanas- dijo la chica de manera insinuante.
-…- Tomando un sorbo de su bebida. -Sí, me gusta venir a ver a Gaara-chan- dijo muy calmado.
-Jajaja… aunque él a veces te saque a patadas de la casa tu siempre vienes- dijo burlonamente. -Por cierto, me voy a ir unos días a la casa de Hina-chan y Kankuro se va de viaje, así que Gaara se va a quedar solo estos días- dijo un poco preocupada.
-¿Y? ¿cuál es tu punto?- dijo serio.
-Bueno, lo que pasa es que no me gusta que él se quede tan solo por varios días, ya que la ultima vez estuvo una semana en rehabilitación por la falta de alimentación- dijo con un deje de tristeza en su voz.
-Entonces ¿lo que quieres es que yo lo cuide?-
-Si no hay ningún problema, me gustaría que lo hicieras- dijo esbozando una sonrisa triste.
-Yo no necesito a nadie que cuide de mí- se escuchaba desde las escaleras.
-¡Gaara!- dijo la rubia un poco sorprendida al ver al pelirrojo detrás de ella.
-Ohayo Gaara-kun- dijo el moreno con su típica sonrisa.
-Yo no necesito una niñera y mucho menos lo necesito a él- dijo con tono frío.
-Pero pensé que ya nos llevábamos mejor- dijo el moreno.
-Ese no es el hecho, el hecho es que yo no necesito a una niñera- decía el pelirrojo.
-Gaara, lo que no quiero es que pase lo de la otra vez- dijo un poco preocupa la rubia.
-Yo no necesito- estaba hablando hasta que fue interrumpido
-A mí tampoco me gusta la idea de ser la niñera de un niñato tan malcriado como ese- dijo el moreno mientras tomaba otro sorbo de su jugo.
-Mira quien lo dice, ni que tú fueras tan maduro- dijo sarcásticamente el pelirrojo.
-…- Sonriendo viendo veía directamente a los ojos del pelirrojo. –además, yo lo veo como a un buen amigo muy apreciado para mí- dijo el moreno, haciendo que el menor se sonrojara un poco y desviara la mirada de la del moreno.
-“Ding-Dong”- suena el timbre.
-Bueno, esa debe ser Hina-chan, así que yo ya me voy- decía la rubia levantándose del sillón.
-Que te vaya bien- dijo el moreno sin cambiar la expresión.
-Con esa sonrisa tuya lo más probable es que algo malo nos esté esperando en la cabaña- dijo con una gota de sudor en la cabeza, mientras tomaba una gran maleta que estaba detrás del sillón. -Nos vemos luego Gaara- dijo abriendo la puerta.
-Lo que tu digas- dijo haciendo un pequeño ademan con la mano.
-¿Ya desayunaste?- preguntó el moreno.
-No-
-Entonces prepararé algo para los dos- dijo parándose. -¿Quieres comer algo en especial?- dijo estando a su lado.
-Cualquier cosa está bien-
-Hass…- suspiró el moreno. -siempre que te pregunto dices lo mismo… debería ya dejar de preguntar- se dio la vuelta en dirección a la cocina.
-Nee… Sai-kun- dijo en tono bajo, mientras agarraba por el brazo al moreno.
-¿Si?- le dijo volteando a verlo.
-¿Por qué siempre vienes todos los días?-
-Simplemente porque me gusta venir a hablar contigo- dijo tiernamente el moreno.
-¿Por qué te preocupas tanto por mí?- preguntó más para sí mismo que para el moreno, pero sin soltar el brazo de este.
-….- Acercándose al pelirrojo y agarrando su barbilla con una mano, para que lo viera directamente a la cara, ya que él era en poco más alto que el pelirrojo. -Ya te lo he dicho, pero por si no te acuerdas- acerco mas su rostro al del menor. -es porque me gustas- dijo ya a poca distancia de los labios de este. -Tus labios son tan finos y delicados- le decía mientras pasaba su dedo pulgar por el contorno de estos, haciendo que la cara del menor, compitiera con el color de su pelo.
-No… no digas estupideces- dijo nervioso separándose del mayor.
-….- Separándose un poco del menor, pero aun quedando muy cerca de él. -Que yo te ame no es una estupidez…- le aclaró.
-Ya yo te dije que no creo en eso del amor- dijo cruzándose de brazos.
-¿Entonces por que cada vez me rechazas menos?- preguntó maliciosamente.
-No seas baka- dijo dándole un pequeño empujón al moreno para que se separara por completo de él. -Eso no tiene nada que ver… así que no te estés haciendo ilusiones- dijo dándole la espalda al moreno, con rumbo a los sillones.
-¿Seguro?- preguntó pícaramente.
-Ya cállate, no quiero seguir hablando de eso- dijo un poco molesto, mientras se sentaba.
-Perdón… no fue mi intensión hacerte sentir incómodo- se disculpaba sentándose a su lado.
-Está bien… no es tu culpa que el amor no exista para una persona como yo- dijo colocando una sonrisa triste, mientras miraba la cara del moreno.
-¿Sabes algo?… aunque tú siempre te la pases diciendo lo mismo de que nadie te quiere, que el amor es imposible para ti, eso no es cierto, hay muchas personas que se preocupan por ti-
-¿Ah sí?… ¿y cuáles son esas?- pregunto frío.
-Bueno, está Temari, Kankuro, Hinata y Kankuro, Temari, Hinata- iba a seguir pero fue interrumpido.
-Ya estas consciente de que estás repitiendo las mismas personas ¿verdad?…- dijo bajando la mirada.
-…- Agarrando al menor por la barbilla, para que lo viera. -Y me tienes a mí.- le dijo posando su mano sobre la mejilla del menor. -yo siempre voy a estar a tu lado- le dijo dulcemente, mientras colocaba una sonrisa verdadera, de esas que pocas veces solía compartir.
-N- no digas cosas que no son ciertas- dijo tratando de zafarse del moreno.
-Ya te dije que no son mentiras… yo realmente te amo…- dijo acercándose al rostro del menor, hasta que esa distancia desapareció por completo, mientras unían sus labios. Al principio el pelirrojo se quedo estático sin ninguna reacción hasta que en unos minutos se dejó llevar, cerrando sus ojos. El moreno mordió el labio inferior del menor, haciendo que este abriera un poco su boca, lo que aprovecho para introducir su lengua en la pequeña cavidad del menor, probando cada rincón de ella, degustándola.
-…- Separándose bruscamente del mayor al sentir como una juguetona lengua se había adentrado en su boca. -¿Qu-qué crees que haces?- dijo nervioso mientras tapaba su boca con una mano, y sus mejillas estaban que estallaban del color.
-…- Quitando la mano del menor de su boca y llevándola a la suya para darle un beso en esta. -Te amo…- dijo acercándose al menor. -y hoy te voy a enseñar lo amado que puedes llegar a ser…-
-¿Ah?- dijo un poco desconcertado el pelirrojo.
-Te amo- dijo cazando nuevamente los labios del menor, comenzado un dulce beso, el cual no tardo en ser correspondido. El moreno agarro por la cintura al pelirrojo acercándolo más hacia él, haciendo que por inercia el menor estirara sus brazos y se aferrara al cuello del mayor mientras iban profundizando el beso, entrelazando sus lenguas en una lucha, tratando de buscar el dominio de la contraria. Después de unos minutos se hizo presente la falta de oxígeno en ambos, teniendo por desgracia que separarse. -No está mal…- dijo con una pícara sonrisa. –no está nada mal…- dijo con la respiración un poco agitada. -para ser un niñato caprichoso- le dijo burlonamente.
-Urusay- le dijo el menor, besando nuevamente los labios del moren, que solo le fue recostando lentamente en el sofá.
-Te vez muy sexy- dijo ya encima del pelirrojo, mientras miraba su cara, la cual ya no se sabía donde terminaba su cara y comenzaba su pelo, ya que estaban del mismo color. -Ya no puedo resistirme más- dijo empezando a depositar pequeños besos y lamidas en el cuello del menor, las que de vez en cuando se transformaban en mordiscos, dejando unas pequeñas marcas es la blanco cuello del menor que se formaban muy fácilmente debido a la sensibilidad de su piel.
-Ahh… nnn…- soltaba unos pequeños gemidos el pelirrojo al sentir como el moreno jugaba con su cuello, y con un movimiento ágil, el moreno se deshizo de la camisa del menor, dejando ver su torso blanco, que estaba muy bien formado debido a los ejercicios que practicaba de vez en cuando, empezándolo a delinear con la punta de sus dedos, que pronto se toparon con unos pequeños botoncitos rosas, los cuales empezó a pellizcar, haciendo que mas gemidos salieran de la boca del menor.

Empezó a bajar con su lengua hasta llegar a uno de esos botoncitos, comenzándolos a lamer y mordisquear, mientras que el otro era atendido por la mano del moreno, hasta que ambos estuvieron duros. Luego de eso siguió bajando hasta llegar a su ombligo, el cual empezó a lamer muy sensualmente, simulando unas pequeñas penetraciones, haciendo que el pelirrojo arqueara levemente su espalda por el placer. Cuando terminó de jugar con el ombligo del menor cazó nuevamente sus labios comenzando así un fogoso beso, mientras que con sus manos iban desabrochando el pantalón del menor, que salió rápidamente de su lugar, dejándolo solamente con sus bóxers, los que dejaban notar el pequeño problemita que tenía el menor en su parte baja.
-Parece que ya está duro- decía divertido mientras acariciaba el miembro del menor por encima del bóxer, haciendo que el menor se excitara cada vez más, y sin pensarlo mucho y sin vacilación, sacó la estorbosa prenda que todavía quedaba en su lugar, dejando así ver la mejor imagen del pelirrojo frente a él, y lo que era mejor, debajo él, totalmente a su merced y disposición, así que sin más tiempo que perder empezó a masturbar el miembro del menor haciendo que salieran unos exquisitos gemidos de placer.
-No… ahh… no es…. Nnn… justo….- dijo el pelirrojo como pudo.
-¿Que no es justo?- pregunto maliciosamente, pero sin dejar de masturbar al menor.
-Que yo…. Sea el-ah… único…. Ahh… que esté totalmente desnudo…- dijo infantilmente, lo que le pareció muy mono al mayor, ya que había cambiado por completo esa cara seria y sin expresiones que siempre usaba.
-…jeje…- Colocando una sonrisa de medio lado. -Tienes razón- dijo dejando el miembro del menor, para luego quitarse la ropa, la que quedo tirada en algún lugar de la sala, quedando solo con sus bóxers, dejando ver su piel tan blanca como la leche, aun mas pálida que la del pelirrojo que por la vista que tenía frente a él se sonrojó un poco, luego de eso el mayor cazó de nueva cuenta los labios del menor, mientras continuaba con su tarea de masturbarlo. Los gemidos provocados por esta acción quedaban encerrados entre las dos bocas que no habían roto el contacto. -Creo que ya es suficiente del trabajo manual- dijo con malicia separándose de los labios del menor y dirigiéndose a la entrepierna de este. -Te amo- le dijo para luego engullirse de una sola vez toda la extensión del menor, lo que hizo que soltara varios gemidos provocados por el placer; empezó con un movimiento suave y lento, se fue transformando en uno más acelerado conforme pasara el tiempo.
-No…. Uhm… ya no…. Puedo…. Ahh…- gemía el pelirrojo avisando que el fin estaba cerca. -Ya no… Uhhmm….- soltó un fuerte gemido al sentir un escalofrío recorrer su cuerpo, haciendo que terminara de lleno en la boca del moreno, que se lo trago con gusto sin dejar escapar ni una sola gota, mientras el menor lo miraba un poco asqueado. -No te tragues eso… no seas cochino…-
-jaja…Al contrario…- dijo divertido al ver la reacción del menor acercándose a su rostro. -es lo mejor que he probado en mi vida- dijo haciendo que el menor se sonrojara. -salado, y a la vez tan dulce, es una combinación tan deliciosa- dijo dándole un salvaje beso compartiendo la esencia que todavía quedaba en sus labios con el otro. -Ahora viene lo mejor de todo- dijo con una mirada lujuriosa, dejando un poco desconcertado y preocupado al menor. -Te amo- le dijo besando su frente.

Luego colocó las piernas del menor sobre sus hombros quedando en una posición muy sexy, separó las nalgas del menor, y empezó a lamer todo al borde de la entrada del este, empezando a meter y sacar su lengua dentro de ese pequeño agujerito que había deseado violar por un buen tiempo, haciendo que el pelirrojo soltara muchos gemidos que excitaban al moreno.

-Ahhh…. Sa… Nnn…. Sai… Uhmm…- era lo único que podía decir el pelirrojo al sentir esa pequeña y descarada intromisión jugando en su entrada lo que hacía estremecerle todo el cuerpo. Después de que el moreno pensara que ya estaba suficientemente lubricada la entrada, bajó las piernas del menor, dejándolo nuevamente recostado en el sofá, se quitó rápidamente sus bóxers dejando al descubierto la total erección que tenía, haciendo que el menor se colocara mas rojo todavía por ver esa parte tan sexy y “grande” del moreno. -Sai…. Ahh… uhmm…- decía al sentir como el miembro erecto de este rozaba con su entrada erizándole todo el cuerpo. -Quiero… nnn…. Tenerte dentro.... ahh...- decía drogado completamente bajo los efectos del placer y las sensaciones que le hacía sentir el moreno.
-Me gusta escuchar mi nombre rodeado de gemidos salir de tu hermosa boca- se relamía los labios mientras iba metiendo la punta de su hombría en el pequeño agujerito del pelirrojo, lo que hacía que este soltase unos cuantos quejidos de dolor. -Ah… no…. Uhmm… duele…. Me partes…- decía el pelirrojo, sintiendo como el moreno iba metiendo un poco más de su miembro en el interior del menor. -Ah… no…. Sácala…. Duele… es muy grande…. No va a caber… sácala….- decía mientras unas pequeñas lágrimas rodaban por sus mejillas.
-….- Acercándose al rostro del menor. -Te amo…- le dijo para luego cazar los labios del menor comenzando un beso demandante, y aprovechando que este se había distraído un poco con eso entró de una sola embestida en el interior del menor, haciendo que el este soltara un grito de dolor, el cual quedó ahogado en el beso. -Si entró… ¿vez?- dijo maliciosamente viendo la mirada reprobatoria que le acababa de lanzar el pelirrojo. -Uhm…- soltó un gemido ronco. -eres exquisitamente estrecho- y usando todo su auto control, se quedó quieto, para evitar lastimar mucho al pelirrojo, ya que era su primera vez y no quería lastimarlo demasiado.
-…- Soltando una lágrimas a causa del dolor.
-…- Al notar que estaba tardando mucho y el ya estaba a punto de volverse loco por la estreches del pelirrojo que le contraía sin piedad, empezó a masturbar el miembro del este, para ayudarlo a relajarse. Después de unos minutos el menor empezó a mover sus caderas en señal de que podía comenzar. -¿estás seguro?- pregunto suavemente.
-Ha-hai… quiero que me partas en dos- dijo muy excitado el pelirrojo, haciendo que el moreno empezara con las embestidas. Al principio fueron lentas y pausadas para ayudar a que el menor se terminara de acostumbrar a esa intromisión dentro de él, pero conforme fue pasando el tiempo, las embestidas se iban volviendo más rápidas y salvajes, haciendo salir gemidos por parte de ambos chicos. -Ahh… Sai… yo… nnn… creo que…. Uhmm… te-ah…amo-ah….- dijo, haciendo que el moreno esbozara una sonrisa muy dulce y sincera por haber escuchado esas palabras que desde hace tiempo deseaba escuchar y que el pelirrojo nunca había querido decir, aunque ya lo sabía. Sus cuerpos se encontraban perlados por el sudor, mientras las embestidas se volvían cada vez más profundas tocando un punto en el interior del menor, el cual le hacía que su vista se nublara. -Si… así… ahh…. Motto… uhm… Sai…- al poco tiempo sintió escalofríos recorrerle por todo su cuerpo, por toda su espina dorsal, la que arqueaba levemente por el placer, mientras sentía como su interior se contraía. -Sai… ahh…. Ya no... uhm... me vengo...- decía tratando de avisar que ya no podría aguantar mucho mas.
-Yo… ahh… también…- decía mientras daba las últimas estocadas que eran las más frenéticas. -uhm… Hagámoslo juntos…-
-Ha-hai…- abrazándose al cuerpo del mayor que se había acercado hasta él besándole el cuello. –Ah-Sai… ahh!….- luego de eso soltaron un gemido al unísono, mientras el menor terminó corriéndose entre los vientres y el moreno en su interior, cayendo así agotados por el cansancio. El mayor salió con cuidado del menor y se paró del sofá, agarrando en sus brazos al pelirrojo y llevándolo hasta su habitación, donde lo acostó en la cama y se acostó a su lado. -Sai… yo…- se puso nervioso y muy rojo por lo que pensaba decir. -…gra-gracias…- dijo acurrucándose en el pecho del mayor.
-No tienes que agradecer nada…- dijo besando los cabellos del menor. -Yo también te amo- le dijo con dulzura abrazando el cuerpo del menor.
-¿Ah?- levanto la cabeza para ver al mayor directamente a los ojos. -////No sé cómo o por qué, pero al parecer termine diciéndole que lo amo en medio de todo eso…//// ufff…- suspiró ganándose una mirada un poco confundida del mayor. -////de ahora en adelante, las cosas ya nunca van a volver a ser las mismas, me espera un gran camino por delante////-
-¿Que tienes Gaa-chan?-
-¿¡Gaa-chan!?- pregunto crédulo el pelirrojo al ver esa forma tan familiar y vergonzosa con la que le había llamado el moreno.
-Si… ¿acaso no te gusta que te llame así?-
-…hump…- bufó un poco. -////¿Qué más?////- rodeó los ojos colocando una sonrisa dulce. -me gusta- dijo alegre, lo que hizo que Sai se sorprendiera un poco.
-Te amo…- le dijo dándole un casto beso en los labios del menor.
-Sai…- le llamó después de terminar el beso.
-¿Si?-
-Yo… yo te…- no sabía si decirlo o no.
-¿Eh?- ladeó un poco la cabeza.
-Te… te quiero…- dijo en voz baja muy avergonzado, pero que el mayor logro escuchar lo que le hizo muy feliz, para luego volverse a acurrucar en el pecho del mayor, el cual lo abrazo fuertemente, hasta que se quedaron dormidos en un profundo sueño.



EL FIN...
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